Queridos reyes Magos:
Os pido que ante la ternura y la amabilidad traigáis, paz, misericordia y no malos gestos, críticas, malas miradas en esta residencia; que haya diálogo y entendimiento entre usuarios, profesionales y equipo técnico, alegría y bondad, y que haya ayuda por parte de todos los estamentos de la sociedad a no despreciar al pobre, ni al que menos tenga ni al que menos sepa, ya que todos somos personas y humanos.
Nadie debería ser señalado con el dedo, ya sea por la ideología, por su enfermedad, por sus dificultades, sino alabado por sus cualidades y persona humana, en realidad todos estamos y los que nacen todos los días, ya que todos nacemos para vivir un mundo que es la tierra, un lugar maravilloso y además somos seres racionales, por ello hay que entenderse porque sí, estamos condenados a entendernos. A lo mejor la ayuda te la puede dar rezar, un familiar, un amigo o quien sea pero el amor hacia compartir momentos de la vida nos la damos entre las personas. Y todo esto ya sea necesitado, estés enfermo terminal o no, estés padeciendo calamidad, no tengas hogar por vulnerabilidad, ya seas de fuera o de aquí, todos tenemos el derecho de vivir desde el más pobre hasta el más rico. Por todo ello pido a día de hoy unión, solidaridad y corazón.
Entre todos podemos cambiar el mundo y avanzar hacia una sociedad igualitaria en la que tengamos derecho igualitariamente y no por tachaduras, discriminaciones sino por avanzar y caminar hacia un mundo en paz, justicia y amor hacia todos y todas, ya que más allá del bien existe el mal y más allá del mal existe el bien y por todo ello tiene arreglo ir al camino del bien y ser y luego ser, y existir para existir.
Experimentar el camino del bien puede hacer unir a los políticos, reyes, clases obreras, proletariado urbano, oficiales, sanitarios, jueces y muchas clases sociales, desde los que tienen el poder hasta los que no tienen nada, porque el bien tiene que ser un bien común para llegar a un camino lleno de felicidad y ternura.
Gabriel.
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