Reflexión de una mañana

Arduas son las tareas con nos brinda la vida.
 
Si es verdad que al principio de nuestra vida (inocentes e inconscientes) nadie nos explica todo lo que supone vivir en un mundo en el que muchas veces uno no llega a comprender los actos que nos dejan estupefactos y que realiza la naturaleza humana.

Si por mi fuera muchas mañanas que me despierto habiendo dormido poco y mal (como de costumbre) me quedaría en la cama, no durmiendo sino escondido sin querer saber lo que el día me va a traer, poniendome en el pensamiento más negativo y catastrofista que uno puede llegar a tener.

A pesar de todo lo que de adverso el día puede deparar hace uno el esfuerco incomiable de vivir, por lo menos intentar afrontar el día en este mundo con la idea de que el día no sea igual que el anterior, porque no se si a mucha gente le pasa, que los días que vivo me parecen iguales: te levantas con sueño, te pegas una ducha, otros estarán absortos en sus pensamientos y te da la sensación de que no exixtes.

Y me pregunto: ¿no seré como Pumuki o para los más jóvenes Harry Potter?

Quien sabe si no soy Pumuki, ese dibujo animado que aparecía y desaparecía y no podía llegar a ser visto...
¡¡A veces estaría bien ser Pumuki!!

Aunque en realidad seas o no Pumuki o Harry Potter, muchas veces pasas sin que nadie se de cuenta de que existes y la verdad es que da que pensar...

En resumen, yo esta mañana os querria animar a que os levanteis mejor o peor, con más o menos sueño, con más o menos ganas de vivir, pero que os levanteis, porque la vida a pesar de que en este mundo corren tiempos raros tiene sus pequeños detalles, ¡pocos, vale! pero los hay...

Solo hay que vivir el momento ZEN y que son las 7 de la mañana y yo voy a tomarme un café, fumarme un cigarro o varios y ya se verá como va el día.

A lo mejor no es tan malo como pensaba, como cuando me desperté.

Y es que hay que vivir "los pequeños detalles" que tiene la vida, ya seas o no un Pumuki o un Harry Potter y no te den ni los buenos días, pero lo que hay que buscar son los momentos con "sus pequeños detalles".

Y que salga el sol por donde quiera, o como dirían otros: "a quien se despierta y se levanta su cuerpo los males espanta" y luego ya se verá como viene el día.

El poeta de lo imposible