Literatura de Ciencia-Ficción


Quizás los inventores de este género literario o los primeros autores, se dieran en la antigua China como inventores de los primeros papiros y la tinta. Escritos como el libro de los samuráis, guerreros por antonomasia, en medio de un conglomerado de bastas dinastías como la Ming o la Chang y en las que hay citas como esta: “La soledad de un samurái solo es comparable a la de un tigre blanco en la selva”, guerreros que su elemento principal es la espada.
Los autores griegos nos traen obras y personajes ilustres como “La Odisea” de Homero y el mítico personaje de Ulises que lucha contra grandes centauros.
En le edad media, alta y baja, ya se aventurarían a escribir autores que no serían muy bien considerados por el tribunal inquisidor, amantes de la ciencia y los libros, en este caso considerados “prohibidos”. Surgen obras como se reseña en los caballeros de la mesa redonda y el Rey Arturo o “Escalibur”.

Cercano al renacimiento un personaje surge con una gran obra Dante Aghilieri y su “Divina comedia” en la cual relata el devenir de las almas entre el cielo, el purgatorio y el infierno, con personajes como Caronte, el barquero encapuchado que se encarga de trasladarlas al averno.
Nobles de Transilvania, como Vlad el empalador van a inspirar y reactivar este género con gran potencia posteriormente.
En pleno impresionismo surgirán poetas como Rimbaud o Chals Vaudelaire con obras como “las flores del mal”, de este último.
Tiempos dieciochescos e isabelinos traen consigo el terror por antonomasia a la literatura de ficción con autores celebres como Edgar Alan Poe y obras como “El cuervo” entre otras y H.P. Lovecraf con sus mitos de Cthulhu o el “Necronomicon”.
Y en el siglo XX nada más empezar un sacerdote esperitista y demoniologo, Bram Stoker crea “Drácula”, el príncipe de las tinieblas, el vampiro rey por antonomasia que se alimenta de sangre humana para sobrevivir.
Ya por último en la contemporaneidad ya más arraigado este género surgen autores y obras como “El señor de los anillos” de J.R. Tolkien o “La rueda del tiempo”. Obras para público infantil como la “Historia Interminable” de Michael Ende o bien Harry Potter y la piedra filosofal.
Sin olvidar como algunos personajes se harán inmortales de este género literario en comics como de Marvel ediciones, dentro de los que destacan Superman y Batman.
Y otros “menores” como el Jabato, el Capitán Trueno o el Guerrero enmascarado.
Sin olvidar Conan el Bárbaro, personaje mítico por excelencia de este género.
Es un género literario donde el talento, la creación, la promiscuidad, la imaginación y la inteligencia cabalgan al unísono por medio de sus autores. De hecho sus obras se componen de unos largos volúmenes o sagas en las que transcurre la acción. Acción y aventuras se entremezclan con movimiento, énfasis, contenido denso, volumétrico, largo en unas tramas despiadadas donde como en algunas obras citadas la sangre es elemento esencial. Se pasa del campo, granja, animales como gallinas, cerdos, etc. a caballos ilustres y espadachines y espadas, etc. De granjeros pasan a ser grandes guerreros y esta escenificación llega a otras laderas, montes perdidos o nuevos mundos tanto luminosos como oscuros. Es una literatura basada en la gran imaginación de sus autores que hace que la lectura de estos libros no se dé por perdida, así como la de cualquier otro libro, pero en este caso el aburrimiento es combatido de forma completa. No se pierde el tiempo en balde leyéndolos. Estos libros o sagas volumétricas se adaptan muy bien al público infantil.
Por último decirles que la cinematografía a trasladado con gran esplendor estas historias y personajes haciéndolos más próximos a nosotros, temidos queridos y odiados.
No existen estos personajes e historias pero no dejen de leerlos porque al fin y al cavo los personajes existen.
Escrito por Paco G.
 


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